Somatización: Cuando la mente influye en el cuerpo
- Psic. Yamireth Yépez
- 14 sept 2023
- 2 Min. de lectura

El cuerpo y la mente están intrínsecamente conectados. Así como un dolor físico puede afectar nuestro estado de ánimo, nuestras emociones y pensamientos pueden manifestarse en nuestro cuerpo de maneras sorprendentes. Cuando estas manifestaciones físicas aparecen sin una causa médica clara, se le puede llamar somatización. Pero, ¿qué es exactamente la somatización y cómo afecta nuestro bienestar?
¿Qué es la somatización?
La somatización se refiere al proceso por el cual las personas experimentan y comunican síntomas físicos que no tienen un origen médico identificable, pero que están relacionados con conflictos emocionales o psicológicos. Estos síntomas pueden incluir dolores de cabeza, fatiga, dolor abdominal, y muchos otros.
¿Cómo ocurre la somatización?
El cerebro es un órgano poderoso que regula y controla la función de todo el cuerpo. Cuando experimentamos estrés, ansiedad o trauma, el cerebro puede interpretar estos conflictos psicológicos enviando señales que se manifiestan como síntomas físicos. Es una especie de lenguaje que el cuerpo utiliza para comunicar que algo no está bien en el ámbito emocional.
Diferenciando la somatización de enfermedades reales
Uno de los mayores desafíos de la somatización es que los síntomas son reales. No son imaginarios ni inventados. La persona realmente siente dolor o molestias. Sin embargo, las pruebas médicas generalmente no encuentran una causa subyacente.
Es esencial trabajar con profesionales de la salud que puedan realizar evaluaciones exhaustivas y diferenciar entre condiciones médicas reales y síntomas somatizados.
Manejando la somatización
Afrontar y manejar la somatización implica un enfoque multidisciplinario:
Reconocimiento: Aceptar que la mente puede influir en el cuerpo es el primer paso. No hay vergüenza en reconocer que el estrés o la ansiedad pueden estar causando síntomas físicos.
Terapia psicológica: Trabajar con un terapeuta puede ayudar a identificar y manejar los conflictos emocionales o psicológicos que pueden estar contribuyendo a los síntomas.
Prácticas de manejo del estrés: La meditación, el yoga y otras técnicas de relajación pueden ser útiles para aliviar tanto el estrés emocional como los síntomas físicos.
Comunicación: Hablar con amigos, familiares o grupos de apoyo puede ofrecer un alivio significativo.
Conclusión
La somatización nos recuerda la profunda conexión entre nuestra mente y nuestro cuerpo. Al prestar atención a ambos, y buscando el apoyo adecuado, podemos navegar por este complejo territorio y encontrar el camino hacia un bienestar integral.
Comments